Nuestra fe esta basada en la Santa Palabra de Dios que se encuentra en las escrituras. Como apoyo nos adherimos a la “Confesión de fe Bautista de Londres de 1689”. Esta confesión no se presenta como una regla autoritaria de la fe, sino como una ayuda en casos de controversia doctrinal.
Acerca de la Confesión de fe de 1689
En Inglaterra, durante la década de 1630 y de 1640, surgieron de la Iglesia Anglicana grupos congregacionalistas y bautistas. Sus primeros años de existencia se caracterizaron por repetidos ciclos de persecución por parte del Parlamento y la religión official del país. El infausto Código de Clarendon fue adoptado en la década de 1660 para aplastar todo disenso de la religión oficial del estado. Los períodos de rigurosa aplicación y los intervalos de relajamiento de estas leyes coercitivas angustiaban a presbiterianos, congregacionalistas y bautistas por igual.
Los presbiterianos y congregacionalistas no sufrieron menos que los bautistas bajo este acoso. Su frente unido en un acuerdo doctrinal fue una de las razones principales de su relativo éxito al resistir la tiranía gubernamental. Todos los presbiterianos se mantuvieron fieles a la Confesión de Westminster de 1647. Los congregacionalistas adoptaron prácticamente los mismos artículos de fe en la Declaración de Savoy de 1658.